Victorian lady, Brenda Burke.
Fue una noche asuncenamente bella: fingía
desmayos de ternura por mi corbata gualda.
Verlaine, dentro mi copa de ajenjo, sonreía
con una irresistible sonrisa de esmeralda.
Lloraban dos violines. Cien princesas había
en el café sentadas. Entró una, de espalda
tersa como la luna; radiosa geometría
me hizo soñar de paso su voluptuosa falda.
A unos metros escasos, la joven tomó asiento
y desde bajo el ala de su sombrero rosa
me miró y dio el perfume de una sonrisa al viento.
Bebí mi ajenjo, y luego, temiendo me avasalle
aquella tentadora sirena luminosa,
corazón en la mano me refugié en la calle.
Asunción, marzo 1916.
Ortiz guerrero gracias x tus obras fiel amante de la cultura paraguaya qu trataron de esterminar gracias gracia y mil veces gracias
ResponderBorrarGrande ortiz guerrero ojala que alguna vez sus obras y su vida sean de conocimiento en las en las escuelas colegios y universidades
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