miércoles, 10 de agosto de 2016

Ermelinda

Classical Beauty, John William Godward.

Tiene algo de nácar tu sien sibilina
en su ensimismada palidez de cirio;
tu boca me es santa porque purpurina
finge la candente flor de mi maritrio.

Tras de la sedosa crespa de tus rizos
albea tu regia frente marfileña,
y es como tras nube singular de hechizos
una media luna que medita y sueña.

Tu cuello y garganta de cisne preclaro
en su albura tienen la canción del hielo
y son tus pupilas: de un divino avaro
milenarios cofres donde guarda el cielo.

Empapa tus crenchas áureas y finas
con estos mis versos de perfume a lirio.
Besa con tus labios: cintas purpurinas,
pétalos candentes: flor de mi martirio.

                                                               Setiembre 18 de 1915.

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